Fascismos y Apocalípticos
Fascismos y Apocalípticos es un proyecto fotográfico que explora la relación entre la gripe de 1918 y el ascenso del fascismo en Alemania. Esta obra surge tras investigar los efectos, tanto económicos, como sociales e ideológicos de la pandemia que hace cien años provocó cincuenta millones de muertes al final de la Primera Guerra Mundial. Estas consideraciones se entrecruzan narrativamente con la simbología del Apocalipsis de San Juan o Libro de las Revelaciones, en una singular edición alemana del año 1920. Las analogías entre la influenza de 1918 y la actual pandemia de la COVID-19 quedan de manifiesto y nos alertan resonando los ecos apocalípticos, en su sentido más catastrófico, aunque también de revelación, del peligroso discurso de la extrema derecha ascendiendo en el mundo.
La protagonista de esta obra es una enfermera de final de la Primera Guerra Mundial que deja ver su fragilidad, incapaz de intervenir sobre el caos y cruelmente ajena al desastre que se cierne sobre la población. Es una persona corriente inmersa en una situación de increíble excepcionalidad histórica. Es una víctima. Es mártir de los acontecimientos. Primero tiene que enfrentarse a un virus mortal, como enfermera, para después padecer, como persona, la furia del fascismo. La serie se compone de siete fotografías en referencia al número siete que en el Apocalipsis representa la perfección. El siete es un número que se repite constantemente, siete jinetes, siete sellos, siete trompetease etc. Hay cuatro fotografías que hacen referencia a los cuatro primeros jinetes: el caballo blanco, el caballo rojo, el caballo negro y el caballo amarillo. Es la llegada al mundo de la enfermedad, de la pobreza y de la muerte.
En la reciente historia de Europa, las situaciones de crisis económicas, habitualmente han desatado el ascenso de la ideología de ultraderecha. Hemos vivido ejemplos muy cercanos en el tiempo, como la depresión que soporta el mundo desde 2008 y la consecuente aparición de partidos de extrema derecha, llegando incluso a ocupar el poder en numerosos países. Es indudable que cuando existe una situación prolongada de precariedad laboral, recortes económicos y desempleo se asientan las bases para que las ideologías más reaccionarias y antisistemas capten adeptos entre la población descontenta y desesperada que no encuentra un futuro.En el pasado mes de mayo de 2020 apareció un informe de la Reserva Federal de Nueva York, firmado por el economista Kristian Blickle, que vincula directamente la pandemia de la gripe de 1918 con el ascenso del nazismo en Alemania. El azote mortal de aquella pandemia, que costó la vida de 50 millones de personas al final de la Primera Guerra Mundial, está directamente relacionado con el aumento del voto a las fuerzas de la extrema derecha, como el Partido Nacional Socialista, en las elecciones de 1932 y 1933. La población joven fue especialmente afectada por la gripe de 1918, muchos eran militares. Se sufrió un fuerte incremento del desempleo a consecuencia de las severas políticas de austeridad, reducción del gasto público y degeneración del bienestar social de la población. Según el estudio de Blicke, en los territorios de Alemania más afectados por la pandemia y por las posteriores restricciones sociales, el partido nazi obtuvo un mayor respaldo en votos. Y como siempre que sube la ultraderecha, aprovechando el origen foráneo del virus, se culpó de todas las desgracias a los extranjeros como los causantes de la pandemia. Una combinación explosiva de xenofobia y extremismo político bipolarizado fue el escenario que se estaba dibujando en la Alemania de entreguerras.
La pared del fondo de la fotografía principal expone un proceso de transición, la evolución de los acontecimientos que tuvieron lugar en la Alemana de entreguerras. Se construye un relato repleto de anacronismos, que permite dibujar un viaje temporal con el rastro de la desesperación. Empieza con la pandemia, pasando por la crisis económica y social, para acabar con la degeneración ideológica que supuso el ascenso del fascismo. Pueden verse las diferentes capas temporales, desde el nivel más profundo con fotografías de la gripe de comienzos del siglo XX, hospitales construidos expresamente para el tratamiento de enfermedades infecciosas y personal sanitario tratando a personas enfermas. En un nivel superpuesto, el rostro de un espeluznante Hitler asoma desde el fondo negro en un cartel de las elecciones de 1932. También del mismo año, otro cartel electoral impone su aterradora musculatura nazi sobre los contrincantes políticos reducidos a la mayor de las insignificancias. También hay un dibujo aparecido en la prensa berlinesa en 1923 y una imagen de una multitud enfervorizada haciendo el saludo nazi durante la celebración de la anexión de Austria a Alemania en 1938. Arriba puede leerse en griego antiguo la palabra «Apocalipsis» y debajo su acepción como «Revelación». Es una referencia al Apocalipsis de San Juan en su significado original como descubrimiento o anticipación de lo futuro y oculto a las personas. Las similitudes con la actual pandemia de la COVID-19 quedan de manifiesto y nos alertan resonando los ecos apocalípticos, en su sentido más catastrófico, aunque también de revelación, del peligroso discurso de la extrema derecha ascendiendo en el mundo.
Ficha técnica
Años de realización la obra:
2020
Nº de obras:
7 fotografías
Intervienen en las fotografías:
Natalia Santos
Maquillaje y peluquería:
Estíbaliz Moyano
Proyecto fotográfico financiado por:
Fondo Asistencial y Cultura de VEGAP
Fotolibro Fascismos y Apocalípticos:
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