Statement
Mi trabajo tiene un carácter eminentemente multidisciplinar. La fotografía convive con los objetos intervenidos y la instalación para explorar los conflictos, tanto de identidad como sociales y políticos, del individuo. La fotografía que realizo no puede encuadrarse dentro del ámbito del reportaje, aunque realmente contenga numerosas conexiones con lo documental y habitualmente los temas que desgrano son parte de la prensa diaria y de la memoria histórica. Más bien me interesa la fotografía como ensayo, como una herramienta de discusión. Cada obra que construyo trata de ahondar en un momento puntual de la historia del siglo XX como si se tratara de un debate abierto con la actualidad, un diálogo con sus tensiones y enfrentamientos. Así, de un modo teatral escenifico esa dialéctica. Es ficción, pero también es documental. Todos los objetos que introduzco en cada obra, absolutamente cualquier detalle, vestuario, atrezzo en personajes y fondos, son objetos rigurosamente originales de la época y pertenecen al momento histórico que estoy tratando. Todo forma parte de la realidad y de la historia. Esto añade un componente documental que es esencial. Cuando aprieto el disparador de la cámara ya han pasado habitualmente dos o tres meses de preproducción. Un tiempo necesario donde los elementos, los objetos, los textos, se han ido añadiendo o quitando a medida que profundizo y concentro las ideas. La discusión y el diálogo se da durante todo este proceso. Y en un intento de estrechar distancias entre arte y sociedad, trato de conservar ese contexto de tensión en la imagen final para transmitir al espectador una narración accesible que le permita ser parte activa de la obra.
Roberto Aguirrezabala
Roberto Aguirrezabala en el set de fotografía, durante la realización de la obra El rostro de la guerra de la serie Entropía.